Las mejores 66 frases de George Bernard Shaw
George Bernard Shaw, conocido como G.B. Shaw, fue un dramaturgo irlandés y un prolífico escritor, cuyas obras teatrales y ensayos influyeron significativamente en el teatro y la sociedad del siglo XX. Nació en 1856 en Dublín, Irlanda, en una época de profundos cambios y agitación política en su país de origen.
Tabla de contenidos:
Frases de George Bernard Shaw
- Un chisme es como una avispa; si no puedes matarla al primer golpe, mejor no te metas con ella.
- La volubilidad de la mujer a quien amo es sólo comparable a la infernal constancia de las mujeres que me aman.
- El miedo puede llevar a los hombres a cualquier extremo.
- El sufrimiento más intolerable es el que produce la prolongación del placer más intenso.
- No hay amor más sincero que el amor a la comida.
- La virtud no consiste en abstenerse del vicio, sino en no desearlo.
- No hay ninguna satisfación en ahorcar a un hombre que no se oponga a ello.
- Sólo un loco celebra que cumple años.
- La moda es una forma de fealdad tan intolerable que tiene que ser cambiada cada seis meses.
- No busquemos solemnes definiciones de la libertad. Ella es sólo esto: Responsabilidad.
- El primer amor es una pequeña locura y una gran curiosidad.
- El infierno está lleno de músicos aficionados.
- Las epidemias han tenido más influencia que los gobiernos en el devenir de nuestra historia.
- Aprendemos de la experiencia que los hombres nunca aprenden nada de la experiencia.
- Suspendí mi educación cuando tuve que ir al colegio.
- La satisfacción es la muerte.
- No hay secreto mejor guardado que aquel que todos conocen.
- Los padres deberían darse cuenta de cuánto aburren a sus hijos.
- Siempre hay alguien que besa y otro que se limita a permitir el beso.
- El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia: esa es la esencia de la inhumanidad.
- Dichoso es aquel que mantiene una profesión que coincide con su afición.
- Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber.
- ¿Qué hombre inteligente si le dieran a elegir escoger entre vivir sin rosas o vivir sin berzas no correría a asegurar las berzas?
- Las ideas son como las pulgas, saltan de unos a otros pero no pican a todos.
- La juventud es una enfermedad que se cura con los años.
- Los hombres se equivocan con más frecuencia por demasiado listos que por demasiado buenos.
- El progreso es imposible sin el cambio, y aquellos que no pueden cambiar sus mentes no pueden cambiar nada.
- Leyendo una biografía, recordad que la verdad no se presta nunca a una publicación.
- La estadística es una ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno.
- El odio es la venganza de un cobarde intimidado.
- Ves cosas y dices,"¿Por qué?" Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, "¿Por qué no?".
- La literatura es una extraña máquina que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos de la vida. Los escritores son vampiros.
- La democracia es el proceso que garantiza que no seamos gobernados mejor de lo que nos merecemos.
- El Cristianismo podría ser bueno, si alguien intentara practicarlo.
- Patriotismo es tu convencimiento de que este país es superior a todos los demás porque tú naciste en él.
- No hay beso que no sea principio de despedida; incluso el de llegada.
- La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto.
- La política es el paraíso de los charlatanes.
- Siempre hay peligro para aquellos que lo temen.
- Cuando dos personas están bajo la influencia de la más violenta, la más insana, la más ilusoria y la más fugaz de las pasiones, se les pide que juren que seguirán continuamente en esa condición excitada, anormal y agotadora hasta que la muerte los separe.
- Nunca se tendrá un mundo tranquilo hasta que se extirpe el patriotismo en la raza humana.
- Dad al hombre salud y metas a alcanzar y no se detendrá a pensar sobre si es o no feliz.
- Las deudas son como cualquier otra trampa en la que se es muy fácil caer, pero de la que es dificilísimo salir.
- Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias y las crea si no las encuentra.
- Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma.
- Cuando un hombre quiere matar a un tigre, lo llama deporte; cuando es el tigre quien quiere matarle a él, lo llama ferocidad.
- Cuando Dios creó el Mundo vio que era bueno. ¿Qué dirá ahora?
- El hogar es la prisión de la soltera y el hospicio de la casada.
- Soy tan partidario de la disciplina del silencio que podría hablar horas enteras sobre ella.
- En la vida no se trata de encontrarse uno mismo, sino de crearse uno mísmo.
- A los empresarios les gustan las asambleas porque ellos las inventaron.
- La humanidad se cansa pronto de todo, sobre todo de lo que más disfruta.
- El norteamericano blanco relega al negro a la condición de limpiabotas y deduce de ello que sólo sirve para limpiar botas.
- Sólo los tontos han creado progresos en el mundo, porque los listos se han adaptado a lo que había sin necesidad de inventar.
- La obediencia simula subordinación, lo mismo que el miedo a la policía simula honradez.
- En este mundo, cuando alguien tiene algo que decir, la dificultad no está en conseguir que lo diga, sino que lo repita a menudo.
- El hombre puede trepar hasta las cumbres más altas, pero no puede vivir allí mucho tiempo.
- La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha merced a una mayoría incompetente.
- Donde la igualdad no se discute, allí también hay subordinación.
- Ella había perdido el arte de la conversación, pero no la capacidad de hablar.
- El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable.
- La peor clase es la que consta de un solo hombre.
- El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa.
- El hombre que escucha la razón está perdido. La razón esclaviza a todos los que no son bastante fuertes para dominarla.
- No tenemos más derecho a consumir felicidad sin producirla, que a consumir riqueza sin producirla.
- Una vida usada cometiendo errores no solo es más honorable, sino que es más útil que una vida usada no haciendo nada.
George Bernard Shaw: El iconoclasta literario y defensor de la justicia social
Shaw fue un iconoclasta literario, conocido por su ingenio afilado y su crítica mordaz de la sociedad y las instituciones de su tiempo. Sus obras teatrales, como "Pygmalion" y "Arms and the Man", abordaron temas sociales, políticos y morales de una manera que desafiaba las convenciones y las expectativas del público. "Pygmalion", por ejemplo, exploró la transformación de una florista de clase baja en una dama de alta sociedad, destacando las barreras de clase y el poder del lenguaje para moldear la identidad.
Pero Shaw no solo escribía sobre los problemas sociales, también los enfrentaba activamente. Fue un defensor apasionado de la justicia social, el sufragio femenino y la igualdad de género. Sus opiniones radicales sobre la igualdad de las mujeres eran revolucionarias para su tiempo, y su obra "Candida" desafió las normas de género al presentar a una mujer fuerte y decidida.
También era un crítico feroz de la guerra y la violencia. Durante la Primera Guerra Mundial, Shaw se unió a otros intelectuales y artistas en el Movimiento contra la Guerra y defendió la resolución pacífica de conflictos.
Shaw no solo escribía obras de teatro, también era un ensayista prolífico. Sus ensayos abarcaron una amplia variedad de temas, desde política y filosofía hasta arte y literatura. Sus opiniones sobre el socialismo y la igualdad económica eran igual de influyentes, y sus ensayos, como "El Hombre y el Superhombre" y "El Nuevo Cristiano", exploraron cuestiones morales y espirituales en un mundo cada vez más secular.
Un aspecto característico de Shaw era su agudeza en el uso del lenguaje. Sus diálogos eran ingeniosos y llenos de humor, y su estilo de escritura desafiaba las convenciones literarias. Sus obras a menudo incluían personajes excéntricos y extravagantes que le permitían abordar temas serios de una manera entretenida.
George Bernard Shaw fue un autor y pensador influyente cuyo legado perdura en la literatura, el teatro y la lucha por la justicia social. Su enfoque iconoclasta y su compromiso con la igualdad y la justicia hicieron de él una figura destacada en la historia intelectual y literaria del siglo XX. Sus obras siguen siendo ampliamente representadas en teatros de todo el mundo, y sus ideas continúan inspirando a aquellos que luchan por un mundo más equitativo y justo.
