Las mejores 49 frases de Rabindranath Tagore
Rabindranath Tagore, una figura que trasciende las fronteras del arte, la literatura y la filosofía, es un tesoro nacional de la India y una voz universal de la humanidad. Nacido en 1861 en Calcuta, en una familia prominente de la Bengala, Tagore fue un polímata en el sentido más verdadero de la palabra: poeta, dramaturgo, músico, filósofo y educador.
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Frases de Rabindranath Tagore
- El pájaro quisiera ser nube; la nube, pájaro.
- La tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta.
- El benefactor llama a la puerta, pero el que ama la encuentra abierta.
- Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.
- El que se ocupa demasiado en hacer el bien no tiene tiempo de ser bueno.
- Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.
- Llevo dentro de mí mismo un peso agobiante: el peso de las riquezas que no he dado a los demás.
- La fe engaña a los hombres, pero da brillo a la mirada.
- La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos.
- Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que paciente la sostiene.
- Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.
- El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.
- El entendimiento agudo y sin grandeza, lo pincha todo, pero nada mueve.
- Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría.
- No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo.
- Sólo yo tengo el derecho de corregir, pues sólo puede castigar quien ama.
- La patria no es la tierra. Sin embargo, los hombres que la tierra nutre son la patria.
- La verdad no está de parte de quién grite más.
- No hay más que una historia: La historia del hombre. Todas las historias nacionales no son más que capítulos de la mayor.
- Llevo en mi mundo que florece todos los mundos que han fracasado.
- ¡He perdido mi gotita de rocío!, dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.
- Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
- Cada niño que viene al mundo nos dice: "Dios aún espera del hombre".
- Qué pequeña eres brizna de hierba. Sí, pero tengo toda la Tierra a mis pies.
- Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.
- Un entendimiento todo lógica es como un cuchillo de hoja sola, que hiera la mano de su dueño.
- La verdad levanta tormentas contra sí que desparraman su semilla a los cuatro vientos.
- Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
- Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos.
- La verdad llega como conquistadora solo porque hemos perdido el arte de recibirla como invitada.
- La vida es la constante sorpresa de saber que existo.
- El sabio nos advierte que la vida es tan sólo una gota de rocío en una hoja de loto.
- ¡Cómo pinta el deseo los colores del iris en las nieblas de la vida!
- Tú no ves lo que eres, sino su sombra.
- Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.
- Es fácil hablar claro cuando no va a decirse toda la verdad.
- El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.
- La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.
- Las palabras van al corazón, cuando han salido del corazón.
- Leemos mal el mundo, y decimos luego que nos engaña.
- Los hechos son muchos, pero la verdad es una.
- El Amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.
- Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera.
- El hombre en su esencia no debe ser esclavo, ni de sí mismo, ni de los otros, sino un amante. Su único fin está en el amor.
- Déjame sólo un poco de mí mismo para que pueda llamarte mi todo.
- Hacer preguntas es prueba de que se piensa.
- Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.
- Las raíces bajo la tierra no piden recompensa por hacer que las ramas den frutos.
- Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida, la muerte canta noche y día su canción sin fin.
Rabindranath Tagore: poeta de la humanidad y arquitecto de sueños
Criado en el seno del Renacimiento Bengalí, Tagore empezó a escribir poesía desde muy joven. Su talento no tardó en florecer, alimentado por una educación que combinaba la tradición india con las ideas occidentales. Pero Tagore no era solo un literato enclaustrado; era un pensador profundamente comprometido con los problemas sociales y políticos de su tiempo, desde el nacionalismo hasta la educación y la independencia de la India.
En 1913, Tagore alcanzó un reconocimiento mundial al convertirse en el primer no europeo en ganar el Premio Nobel de Literatura, gracias a su colección de poemas "Gitanjali". Este libro, una mezcla sublime de espiritualidad, misticismo y humanismo, capturó la esencia de su búsqueda de una conexión más profunda entre el ser humano y el universo.
Pero Tagore no se limitó a la poesía. Exploró la prosa, el teatro y la música, creando más de dos mil canciones, incluyendo los himnos nacionales de la India y Bangladesh. En su arte, Tagore fusionó elementos de la música clásica india con influencias occidentales, creando una expresión única que resonaba tanto local como globalmente.
Además, Tagore fue un innovador en el campo de la educación. Fundó la Universidad Visva-Bharati, un lugar donde buscaba armonizar las mejores tradiciones de Oriente y Occidente. Su visión educativa era radical para su tiempo: enfatizaba el aprendizaje al aire libre, el arte, la música y el contacto con la naturaleza, en contraposición a la rígida educación colonial de la época.
Tagore también fue un viajero y un comunicador cultural, entablando diálogos con figuras prominentes como Albert Einstein y H.G. Wells. Sus viajes por Japón, Estados Unidos y Europa no solo expandieron su propio horizonte, sino que también llevaron su filosofía de universalismo y paz a un público global.
A lo largo de su vida, Tagore fue un crítico del nacionalismo y del militarismo, promoviendo en cambio una visión de la humanidad basada en la unidad y el respeto mutuo. Su pensamiento, profundamente arraigado en la espiritualidad y la filosofía india, abogaba por un mundo donde la diversidad cultural y el entendimiento mutuo fuesen la base de la convivencia internacional.
Fallecido en 1941, la influencia de Tagore no se ha desvanecido. Sus escritos y su legado siguen inspirando a generaciones en India y en todo el mundo. Tagore fue más que un escritor; fue un visionario que vio en la cultura y el arte un puente hacia un mundo más compasivo y conectado. Su vida y obra son un testimonio del poder del espíritu humano para trascender las barreras de la política, la geografía y la cultura, encontrando un lenguaje común en la belleza, la verdad y el amor.