Las mejores 43 frases de Juan Pablo II
Juan Pablo II, cuyo nombre secular era Karol Józef Wojtyła, fue el Papa de la Iglesia Católica desde 1978 hasta su fallecimiento en 2005. Nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, Polonia, y fue el menor de tres hijos. Aunque creció en una familia amorosa, sus primeros años de vida estuvieron marcados por la tragedia, ya que perdió a su madre cuando tenía solo nueve años.
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Frases de Juan Pablo II
- No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón.
- La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración.
- La violencia jamás resuelve los conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias dramáticas.
- La peor de las prisiones sería un corazón cerrado y endurecido.
- El artista vive una relación peculiar con la belleza. En un sentido muy real puede decirse que la belleza es la vocación a la que el Creador le llama con el don del talento artístico.
- Los creyentes de todas las religiones, junto con los hombres de buena voluntad, abandonando cualquier forma de intolerancia y discriminación, están llamados a construir la paz.
- Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu.
- La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte.
- Hasta que quienes ocupan puestos de responsabilidad no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se pueda progresar verdaderamente hacia la paz.
- En realidad, todas las cosas, todos los acontecimientos, para quien sabe leerlos con profundidad, encierran un mensaje que, en definitiva, remite a Dios.
- Los medios de comunicación han acostumbrado a ciertos sectores sociales a escuchar lo que «halaga los oídos».
- ¡La Iglesia de hoy no necesita "cristianos a tiempo parcial", sino cristianos de una pieza!
- Que nadie se haga ilusiones de que la simple ausencia de guerra, aun siendo tan deseada, sea sinónimo de una paz verdadera. No hay verdadera paz sino viene acompañada de equidad , verdad, justicia, y solidaridad.
- Dios no es un ser indiferente o lejano, por lo que no estamos abandonados a nosotros mismos.
- Solamente la libertad que se somete a la Verdad conduce a la persona humana a su verdadero bien. El bien de la persona consiste en estar en la Verdad y en realizar la Verdad.
- El diálogo, basado en sólidas leyes morales, facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la vida, de toda vida humana. Por ello, el recurso a las armas para dirimir las controversias representa siempre una derrota de la razón y de la humanidad.
- La democracia necesita de la virtud, si no quiere ir contra todo lo que pretende defender y estimular.
- Dios se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso.
- La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.
- El verdadero conocimiento y la auténtica libertad se hallan en Jesús. Dejad que Jesús forme parte siempre de vuestra hambre de verdad y justicia, y de vuestro compromiso por el bienestar de vuestros semejantes.
- El sufrimiento humano ha alcanzado su culmen en la pasión de Cristo.
- La espiral de la violencia sólo la frena el milagro del perdón.
- La paz exige cuatro condiciones esenciales: Verdad, justicia, amor y libertad.
- Me afecta cualquier amenaza contra el hombre, contra la familia y la nación. Amenazas que tienen siempre su origen en nuestra debilidad humana, en la forma superficial de considerar la vida.
- Cuando el cristianismo se convierte en instrumento del nacionalismo, queda herido en su corazón y se convierte en estéril.
- Por eso América: si quieres la paz, trabaja por la justicia. Si quieres la justicia defiende la vida. Si quieres la vida, abraza la verdad, la verdad revelada por Dios.
- El respeto a la vida es fundamento de cualquier otro derecho, incluidos los de la libertad.
- El desarrollo es el nuevo nombre de la paz.
- El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad.
- Cuando al hombre se le pone como medida de todas las cosas, se le convierte en esclavo de su propia finitud.
- El futuro depende, en gran parte, de la familia, lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad; su papel especialísimo es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz.
- La libertad de buscar y decir la verdad es un elemento esencial de la comunicación humana, no sólo en relación con los hechos y la información, sino también y especialmente sobre la naturaleza y destino de la persona humana, respecto a la sociedad y el bien común, respecto a nuestra relación con Dios.
- Si nos alejamos de Dios, ¿quién nos garantiza que un día un poder humano no reivindique de nuevo el derecho a decidir qué vida humana vale y cuál no vale?
- La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida.
- El hombre es esencialmente un ser social; con mayor razón, se puede decir que es un ser familiar.
- La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo.
- La verdad y la solidaridad son dos elementos claves que permiten a los profesionales de los medios de comunicación convertirse en promotores de la paz.
- La guerra es siempre una derrota de la humanidad.
- No habrá paz en la tierra mientras perduren las opresiones de los pueblos, las injusticias y los desequilibrios económicos que todavía existen.
- El matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia. Los hijos son fruto precioso del matrimonio.
- Las obras de arte hablan de sus autores, introducen en el conocimiento de su intimidad y revelan la original contribución que ofrecen a la historia de la cultura.
- La auténtica intuición artística va más allá de lo que perciben los sentidos y, penetrando la realidad, intenta interpretar su misterio escondido.
- Amar es lo contrario de utilizar.
Juan Pablo II: El Papa carismático que dejó un legado de amor y servicio.
Desde muy joven, Juan Pablo II mostró un gran interés por la fe y la religión. Estudió en el seminario clandestino de Cracovia durante la ocupación nazi de Polonia, y fue ordenado sacerdote en 1946. Durante su tiempo como sacerdote, Wojtyła se destacó por su dedicación a los jóvenes y su compromiso con la justicia social.
En 1964, fue nombrado arzobispo de Cracovia y en 1967 se convirtió en cardenal. Durante su tiempo como arzobispo, Juan Pablo II se enfrentó a la opresión del régimen comunista en Polonia y se convirtió en una figura influyente en la lucha por la libertad y los derechos humanos.
En 1978, tras la muerte del Papa Juan Pablo I, Karol Józef Wojtyła fue elegido como el primer Papa no italiano en más de 450 años. Como Papa, adoptó el nombre de Juan Pablo II en honor a sus predecesores y se convirtió en un líder carismático y querido en todo el mundo.
Juan Pablo II fue conocido por su defensa de los valores tradicionales de la Iglesia Católica y su oposición al comunismo y al materialismo. Durante su pontificado, viajó incansablemente por todo el mundo, visitando más de 100 países y promoviendo el diálogo interreligioso y la paz.
Sus pensamientos y enseñanzas abarcaron una amplia gama de temas, desde la importancia de la familia y la defensa de la vida hasta la promoción de la justicia social y la solidaridad. Fue un firme defensor de los derechos humanos y luchó incansablemente por la dignidad y el respeto de todas las personas, especialmente de los más vulnerables.
Juan Pablo II también fue conocido por su devoción mariana y su amor por la Virgen María. Le atribuyó su supervivencia a un intento de asesinato en 1981 a la intercesión de la Virgen de Fátima.
Juan Pablo II fue un líder carismático y amado que dejó un legado duradero en la Iglesia Católica y en el mundo. Su vida y pensamientos continúan siendo una fuente de inspiración para millones de personas en todo el mundo, y su ejemplo de fe, amor y servicio sigue siendo relevante en la actualidad.