Las mejores 62 citas de Jorge Luis Borges
Jorge Luis Borges, nació en Buenos Aires, Argentina, en 1899, y es uno de los escritores más influyentes y celebrados del siglo XX. Su genialidad literaria trasciende géneros y fronteras, y su obra ha dejado una huella indeleble en la literatura universal. Borges es conocido por su estilo literario único y su capacidad para combinar elementos de la filosofía, la literatura, la historia y la metaficción en sus cuentos y ensayos. Su obra se caracteriza por la exploración de temas como el tiempo, el infinito, los laberintos, los espejos y la identidad, entre otros.
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Frases de Jorge Luis Borges
- La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.
- He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz.
- Yo siempre seré el futuro Nóbel. Debe ser una tradición escandinava.
- Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.
- Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara.
- De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo... Solo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria.
- La paternidad y los espejos son abominables porque multiplican el número de los hombres.
- Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso.
- La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
- He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma.
- Si de algo soy rico es de perplejidades y no de certezas.
- Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos.
- El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".
- Biografías: Son el ejercicio de la minucia, un absurdo. Algunas constan exclusivamente de cambios de domicilio.
- Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez.
- ¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad.
- Siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso.
- Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído.
- Yo creo que es mejor pensar que Dios no acepta sobornos.
- Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística.
- Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia.
- Nadie es patria, todos lo somos.
- Estoy solo y no hay nadie en el espejo.
- Todos caminamos hacia el anonimato, solo que los mediocres llegan un poco antes.
- La Historia Universal es la de un solo hombre.
- Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?
- Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica.
- Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.
- Gracias por la música, misteriosa forma del tiempo.
- Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno.
- La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible.
- Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído.
- Las tiranías fomentan la estupidez.
- Dólares: Son esos imprudentes billetes americanos que tienen diverso valor y el mismo tamaño.
- El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta 'el modo imperativo'.
- Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.
- Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece.
- Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La divina comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente.
- Soñar es la actividad estética más antigua.
- Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón.
- Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas.
- No he cultivado mi fama, que será efímera.
- Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas.
- Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.
- Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.
- Si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos.
- La duda es uno de los nombres de la inteligencia.
- No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición.
- Todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que se hace con ellas.
- Quizá haya enemigos de mis opiniones, pero yo mismo, si espero un rato, puedo ser también enemigo de mis opiniones.
- El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto.
- Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única.
- La Universidad debiera insistirnos en lo antiguo y en lo ajeno. Si insiste en lo propio y lo contemporáneo, la Universidad es inútil, porque está ampliando una función que ya cumple la prensa.
- Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy.
- Siempre es una palabra que no está permitida a los hombres.
- El tiempo es el mejor antologista, o el único, tal vez.
- El tiempo es la materia de la que he sido creado.
- Hay derrotas que tienen más dignidad que la victoria.
- He sospechado alguna vez que la única cosa sin misterio es la felicidad, porque se justifica por sí sola.
- La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.
- La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.
- Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
Jorge Luis Borges: El maestro de la literatura universal
Uno de los aspectos más notables de la obra de Borges es su habilidad para jugar con la realidad y la ficción. Sus relatos a menudo desafían las convenciones narrativas tradicionales y crean mundos literarios fascinantes en los que lo imposible se vuelve plausible. Esta habilidad para fusionar lo real y lo imaginario se ilustra claramente en cuentos como "El Aleph" y "Las ruinas circulares".
Borges también fue un maestro de la intertextualidad, incorporando referencias literarias y culturales de diversas tradiciones en su obra. Sus cuentos a menudo se basan en obras literarias clásicas, mitos, leyendas y autores antiguos, lo que añade una capa adicional de profundidad a su escritura.
Su amor por los libros y la literatura es evidente en muchas de sus obras, y su cuento "La biblioteca de Babel" es un tributo a la infinita variedad de posibilidades que ofrece la literatura. Borges también fue un apasionado defensor de los libros y las bibliotecas, y sirvió como director de la Biblioteca Nacional de Argentina.
La ceguera, que comenzó a afectarlo en la década de 1950, no detuvo su producción literaria. De hecho, algunos de sus trabajos más aclamados, como "El libro de arena", fueron escritos después de perder la vista.
Borges también fue un pensador profundo y sus ensayos abarcan una amplia gama de temas, desde la filosofía y la política hasta la literatura y la historia. Sus opiniones sobre el nacionalismo, el tiempo, la memoria y la identidad son profundas y provocadoras.
Jorge Luis Borges dejó un legado literario extraordinario que sigue inspirando a escritores y lectores en todo el mundo. Su habilidad para explorar los límites de la mente humana y la realidad a través de la palabra escrita lo convierte en uno de los gigantes de la literatura universal. Su influencia en la literatura contemporánea es innegable, y su obra continúa siendo objeto de estudio y admiración en todo el mundo.