Las mejores 42 frases de Groucho Marx
¡Ah, Groucho Marx! ¿Quién podría olvidar a ese hombre con cejas y bigote pintados, gafas y un puro siempre en mano? Pero si crees que lo conoces solo por su apariencia, estás muy equivocado. Groucho fue uno de esos personajes cuya chispa y humor trascendieron el tiempo y aún hoy nos hacen reír a carcajadas.
Tabla de contenidos:
Frases de Groucho Marx
- Nunca olvido una cara pero con la suya voy a hacer una excepción.
- Conozco a centenares de maridos que serían felices de volver al hogar si no hubiese una esposa esperándoles.
- No estoy seguro de cómo me convertí en comediante o actor cómico. Tal vez no lo sea. En cualquier caso me he ganado la vida muy bien durante una serie de años haciéndome pasar por uno de ellos.
- ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?
- ¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?
- La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.
- Detrás de un gran hombre hay una gran mujer y detrás de ésta su esposa.
- Debo confesar que nací a una edad muy temprana.
- Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida, lo cual no dice mucho en su favor.
- Cuando muera quiero que me incineren y que el diez por ciento de mis cenizas sean vertidas sobre mi empresario.
- Humor es posiblemente una palabra; la uso constantemente. Estoy loco por ella y algún día averiguaré su significado.
- ¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?
- He tenido una noche absolutamente maravillosa. Pero no ha sido ésta.
- Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo.
- La humanidad, partiendo de la nada y con su sólo esfuerzo, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de miseria.
- ¿Pagar la cuenta? ¡Qué costumbre tan absurda!
- En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste.
- En esta industria, todos sabemos que detrás de un buen guionista hay siempre una gran mujer, y que detrás de ésta está su esposa.
- No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.
- Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.
- Cualquiera que diga que puede ver a través de las mujeres se está perdiendo un montón de cosas.
- Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro.
- Todavía no sé qué me vas a preguntar, pero me opongo.
- No es la política la que crea extraños compañeros de cama, sino el matrimonio.
- ¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación más grande.
- Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.
- El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.
- He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso.
- Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.
- Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros.
- Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien.
- Citadme diciendo que me han citado mal.
- Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína.
- ¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto!.
- Inteligencia militar son dos términos contradictorios.
- La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.
- Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
- ¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti más que tú.
- El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.
- El matrimonio es la principal causa de divorcio.
- Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.
- Si las mujeres se vistieran para los hombres, las tiendas no venderían demasiado. A lo sumo un par de anteojos de sol cada tanto tiempo.
Groucho Marx: Un maestro del ingenio y la ironía
Nacido como Julius Henry Marx en 1890 en Nueva York, Groucho se embarcó en el mundo del espectáculo junto a sus hermanos Harpo, Chico, Zeppo y Gummo. Como "Los Hermanos Marx", crearon una forma única de comedia que combinaba el slapstick, los juegos de palabras y, por supuesto, el característico sarcasmo de Groucho.
Pero más allá de las películas y las rutinas, lo que realmente distinguía a Groucho era su agudo ingenio. Tenía un talento especial para hacer observaciones punzantes e hilarantes sobre la vida y la condición humana. Por ejemplo, una vez dijo: "No quiero pertenecer a ningún club que me acepte como miembro". Y en esa simple frase, puedes ver la mezcla perfecta de autodeprecio y comentario social que lo definió.
Groucho también tenía opiniones sólidas sobre el matrimonio. Quizás su punto de vista fue influenciado por sus tres matrimonios y divorcios, quien sabe. Una de sus citas más famosas sobre el tema es: "El matrimonio es la principal causa de divorcio". Con su inconfundible humor, Groucho logró expresar lo que muchos pensaban pero pocos se atrevían a decir en voz alta.
En el ámbito político, Groucho no se quedó atrás. Siempre tenía una broma o comentario astuto bajo la manga. Al ser preguntado sobre política, respondió: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos en todas partes, diagnosticarlos incorrectamente y aplicar los remedios equivocados". Aunque dicho en tono de broma, sus palabras a menudo tenían un núcleo de verdad que resonaba con las masas.
Groucho no solo fue un comediante, sino también un pensador que desafiaba las normas y convenciones sociales. Pero lo que es aún más impresionante es que lo hizo de una manera que hacía reír a la gente. En lugar de sermones y discursos, usó el humor como su arma, y vaya si fue efectivo.
En la vida personal, Groucho era una mezcla de contradicciones. Aunque era increíblemente divertido en pantalla, muchos decían que podía ser difícil y complejo fuera de ella. Sin embargo, esto solo añadía más capas a su personalidad y a la leyenda que se construyó a su alrededor.
Y aunque Groucho nos dejó en 1977, su legado vive y seguirá vivo. Sus películas, sus frases, sus ideas... todo sigue tan fresco como si hubiera sido dicho ayer. Porque, al final del día, el humor verdaderamente grande trasciende el tiempo, y Groucho Marx fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes.
Así que la próxima vez que escuches a alguien decir "¡Dígame, señorita!", piensa en Groucho, y sonríe sabiendo que estás en presencia del maestro del ingenio y la ironía. ¡Salud por ti, Groucho!